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Las empresas y la economía circular: un paso definitivo hacia la sostenibilidad

Si ya llevas algún tiempo leyendo nuestro blog, sabrás que somos firmes defensores de
aplicar la economía circular no solo en el día a día de cada persona, sino también en los
procesos empresariales.

En realidad, nuestro proyecto, Donalo.org está claramente basado en los principios de la economía circular.
Puedes leer un poco más sobre ello, aquí.

La transición hacia un modelo de empresas más sostenible no solo es posible, sino que
también reporta grandes beneficios económicos.

Está demostrado que la economía circular, las empresas y el empleo van de la mano.
Incorporar estrategias sostenibles permite a las empresas mejorar su imagen de
marca, atraer talento, generar nuevos ingresos, optimizar costes y minimizar riesgos
asociados a la dependencia de las materias primas.

Supone una ventaja competitiva para las compañías, ya que la economía circular resulta
más rentable, por lo que las empresas tienen ingresos más estables y recurrentes. Lo que, a su vez, conduce a una rebaja en el precio de determinados bienes y servicios, que son más accesibles a las rentas bajas.

Un estudio publicado por la consultora Accenture, apunta a que la economía circular
genera nuevos modelos de negocio, por lo menos, en cuatro grandes áreas de
desarrollo:

  • La relacionada con la generación de cadenas de suministro circulares.
  • Otra que utilizaría plataformas compartidas para optimizar el consumo colaborativo de productos y bienes.
  • Una orientada a la extensión de los ciclos de vida de productos, lo que posibilita la
    aparición de nuevos modelos de negocio en áreas como la reparación, mantenimiento o la reventa.
  • Las actividades empresariales orientadas a la recuperación y el reciclado, creando
    valor a través de la recuperación de subproductos o desechos.

La crisis provocada por el COVID-19 ha sacudido el mercado laboral, y muchas profesiones de sectores que, a priori parecían estables, se han visto seriamente perjudicadas.
La recuperación económica viene acompañada de cambios profundos. En este nuevo
contexto, los profesionales deberán tener conocimientos digitales, globales y ambientales, con independencia del sector.

Así, la economía circular es más resiliente a las crisis porque los modelos de negocio
circulares permiten formas de ingresos más diversas, sostenibles, intensivas en
empleo y recurrentes.

Además, se trata de un movimiento global, desde que, en 2015, la Comisión Europea
adoptó un plan de acción para impulsar la transición de Europa hacia una economía
circular. Esta estrategia pasa por impulsar la competitividad mundial, promover el
crecimiento económico sostenible y generar nuevos puestos de trabajo.

Además de las directrices comunitarias, el plan obliga a los países miembros a adoptar
medidas específicas para lograr esta transición deseada. Una transición que está
claramente impulsada por la tecnología.

Esto genera nuevas oportunidades laborales. Tanto es así, que la Organización
Internacional del Trabajo (OIT) estima que la economía circular generaría unos 100
millones de puestos de trabajo a nivel global hasta 2030, en comparación con el
escenario actual.

Este modelo de economía influye también en la cualificación de los trabajadores, que van a necesitar desarrollar nuevas capacidades y formas de pensar.

Y así, surgen diversas iniciativas y proyectos para implementar estos cambios en las
empresas y dirigirlas hacia la creación de un mundo mucho más sostenible.

Para ello trabaja Pacto Mundial, la iniciativa de la ONU que lidera la sostenibilidad
empresarial en el mundo.
Con más de 1000 entidades asociadas, es una iniciativa con principios, para crear un
movimiento global de empresas y organizaciones sostenibles.

Un llamamiento a las empresas y organizaciones a que alineen sus estrategias y
operaciones con Diez Principios universales sobre derechos humanos, normas
laborales, medioambiente y lucha contra la corrupción. Con el mandato de la ONU para
promover los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) en el sector empresarial.

¿Cuáles son estos principios?

  1. Las empresas deben apoyar y respetar la protección de los derechos humanos
    fundamentales, reconocidos internacionalmente, dentro de su ámbito de influencia.
  2. Las empresas deben asegurarse de que sus empresas no son cómplices en la
    vulneración de los Derechos Humanos.
  3. Las empresas deben apoyar la libertad de afiliación y el reconocimiento efectivo del derecho a la negociación colectiva.
  4. Las empresas deben apoyar la eliminación de toda forma de trabajo forzoso o
    realizado bajo coacción.
  5. Las empresas deben apoyar la erradicación del trabajo infantil.
  6. Las empresas deben apoyar la abolición de las prácticas de discriminación en el
    empleo y la ocupación.
  7. Las empresas deberán mantener un enfoque preventivo que favorezca el
    medioambiente.
  8. Las empresas deben fomentar las iniciativas que promuevan una mayor
    responsabilidad ambiental.
  9. Las empresas deben favorecer el desarrollo y la difusión de las tecnologías
    respetuosas con el medioambiente.
  10. Las empresas deben trabajar contra la corrupción en todas sus formas, incluidas
    extorsión y soborno.

Al incorporar los Diez Principios del Pacto Mundial de la ONU en sus estrategias, las
empresas no solo cumplen con sus responsabilidades básicas para con las personas
y el planeta, sino que también sientan las bases para el éxito a largo plazo.

El Pacto Mundial señala que los Diez Principios son el “cómo” y los ODS son el “qué”.

Se trata de que las empresas asuman como suyos tanto los Diez Principios, como los 17
ODS, ambos marcos transversales en temáticas y en el fin que persiguen. Solo de esta
forma conseguiremos un mundo donde las empresas actúen de forma responsable y
generen desarrollo sostenible.


Fuente: Pacto Mundial / ONU