m4Social, el proyecto de innovación digital en el ámbito social de la Mesa del Tercer Sector, ha presentado esta semana el estudio ‘ La brecha digital en las personas atendidas por las entidades sociales ‘.
El documento muestra cómo la brecha digital es una expresión de las desigualdades sociales existentes tal y como ya hablamos en este anterior post, y cómo la revolución digital está generando desigualdades y exclusión social entre las personas que reciben servicios y apoyos a través de las entidades del tercer sector. Por ello, m4Social defensa que el acceso a internet es también un derecho fundamental y reclama crear un bono digital , como los buenos sociales térmicos y eléctricos, con rebajas en las facturas de internet para personas vulnerables para garantizar el cumplimiento de este derecho.
El estudio, elaborado por la Fundación Ferrer Guardia , se centra en 3 aspectos concretos de la brecha digital (el acceso, el uso y la calidad de este uso) y cuenta con un análisis cualitativo, a partir de grupos de discusión con personas atendidas y profesionales del sector, y una de cuantitativa a través de 3 encuestas, con una muestra total de 366 personas.
El objetivo es tener una visión general del fenómeno de la brecha digital entre las personas atendidas y, a la vez, focalizarse en unos colectivos específicos : personas con discapacidad física; infancia, adolescencia y jóvenes; personas en situación de pobreza y personas con problemas de salud mental y drogodependencias.
H2: Algunas conclusiones del estudio sobre brecha digital:
– Casi un 20% de las personas adultas atendidas por las entidades sociales no puede acceder a Internet siempre que quiere . Los costes de la conexión son una barrera clara (casi un 40%), pero hay otras causas que dificultan el acceso como las competencias y habilidades de uso de las mismas personas (cerca de un 20%) y el haber de desplazarse fuera de casa para poder acceder a ellos (13%).
– El 20% de las personas adultas atendidas por las entidades sociales no dispone de ordenador . En el contexto de adultos y jóvenes, el 40% de los casos que no disponen de ordenador corresponde a las personas en situación de pobreza (ingresos mensuales netos de menos de 500 €). Entre las personas extranjeras se reproduce el mismo, un 40%.
– En cuanto al acceso a un ordenador, sólo un 30% de los niños y adolescentes lo hace desde casa . Otros espacios son la escuela (20%), las entidades sociales (20%) y los equipamientos públicos (16%), con el impacto que tiene en las tareas académicas.
– Sobre el uso , los canales de mensajería instantánea son mayoritarios entre las personas encuestadas que son más sencillos y accesibles.
– Sobre la calidad de este uso , en el aprovechamiento laboral un 55% de las personas encuestadas no ha encontrado trabajo por Internet y de estas un 40% asegura que es por falta de conocimientos o de acceso a los recursos TIC. En el aprovechamiento institucional, entre las personas que nunca han accedido o han realizado trámites en sedes electrónicas, más del 50% afirman no tener suficientes conocimientos, no estar seguros o tener problemas de acceso.
– Más del 70% de los profesionales del sector social aseguran que su entidad ofrece dispositivos con acceso a Internet , a pesar de que las condiciones de estos presentan, en su mayoría, características poco adecuadas o no adaptadas a las circunstancias de las personas usuarias.
– Casi un 70% de los profesionales es de una entidad social que ofrece cursos . Las formaciones más demandadas son: alfabetización digital básica e introducción a las principales herramientas ofimáticas y de navegación. Muchas tienen como objetivo la búsqueda de empleo .
Para paliar esta situación, la Fundación Migranodearena.org lidera un proyecto junto con otras entidades de la economía colaborativa, social y circular para dotar de dispositivos electrónicos y de de conectividad a través de redes wifi (Guifinet) a las familias y realizar empoderamiento digital para luchar contra la brecha digital desde varios frentes y no sólo facilitar los dispositivos.
Este conjunto de entidades, a través de la Fundación, ha complementado el aprovisionamiento con equipamiento de sobremesa y conectividad inalámbrica realizando un seguimiento integral de familias y niños más allá del aspecto informático para incidir a resolver sus problemas estructurales y poder continuar conectados más allá del confinamiento.
Ver el estudio completo: ‘La brecha digital en las personas atendidas por las entidades sociales’