Donalo

¿Cómo funciona la reutilización de equipos informáticos?

Aunque no seamos conscientes, es más fácil encontrar depende de qué componentes en un móvil u ordenador que en minas de cielo abierto o de profundidad, donde su extracción va aparejada a la explotación humana y a métodos agresivos contra el medio ambiente.

Se sigue comprando, usando y tirando sin saber que estamos desperdiciando millones de pequeñas minas de elementos valiosos. Incluso aunque se reciclen, elementos raros y escasos como el wolframio, tantalio o el paladio se pierden inexorablemente; muchas veces contaminando el medio ambiente.

¿Y si reducimos el consumo como dice la primera de las tres R (reducir, reutilizar y reciclar)?. Lo cierto es que hoy en día hay más móviles que personas en el planeta; por lo que la reutilización es un aspecto que debe tomarse muy en cuenta. Un dispositivo que se repara, mejora en prestaciones y se reutiliza aporta muchos beneficios: prevención de residuos, menos explotación de los derechos humanos y de la naturaleza e impulso de la economía social y local, entre muchos otros.

Mantener un móvil un año más rebaja su impacto en emisiones de CO2 en un 31%. Pero esta reutilización no sólo tiene un beneficio ambiental. La recirculación de un IPhone retiene alrededor del 48% de su valor original, mientras que éste es del 0,24% si se recicla.

Según este post de circulate news, la reparación, y el consiguiente mantenimiento de los elementos raros y valiosos circulando, puede parecer una oportunidad de negocio pequeña. Pero es justamente lo contrario. El negocio de la reparación de móviles puede generar alrededor de 4 billones de dólares en ingresos anuales.

Del mismo modo, se estima que el mercado de la segunda mano de teléfonos móviles crecerá desde los 81 a los 223 millones de unidades entre el 2017 y 2022, lo que representa un crecimiento anual del 22%.

Este segmento de mercado ya está siendo explotado por empresas como GameStop, que ha habilitado un espacio de 17.000 metros cuadrados para restaurar videoconsolas: o Apple, que trabaja en un sistema de desmontaje automatizado con el objetivo de desarmar 1,2 millones de IPhone al año.

Estos ejemplos explican por qué la reutilización es la segunda de las tres R. Si bien es cierto que actualmente se diseñan productos para que éstos no puedan ser reutilizados (el consumidor acaba comprando de nuevo ante la frustración que le genera no encontrar técnicos, piezas de recambio o enfrentarse a costes de reparación que exceden el del producto), existen iniciativas como el Fairphone que contienen componentes modulares que se añaden o extraen como si fueran un lego; lo que permite a los usuarios alargar la vida útil de sus móviles.

Otra de las claves de la reutilización de aparatos electrónicos consiste en promover modelos en los que se vende es el servicio y no el producto. El Internet de las cosas, que ayudará a los fabricantes a saber en qué condiciones algo deja de funcionar, ayudará a prevenir y optimizará el mercado de la reparación.

La reutilización de aparatos electrónicos

Muchos de estos conceptos han sido utilizados por Electronic Reuse (eReuse.org), un ecosistema global de empresas y entidades sin ánimo de lucro que coopera en base a unos principios y estándares colectivizados.

Su objetivo es el de evitar el reciclaje prematuro de los dispositivos electrónicos partiendo de su reutilización y trazabilidad hasta su reciclaje final. En este post, podéis encontrar más información sobre los restauradores y distribuidores que forman parte, aunque en este ecosistema también participan desarrolladores de software (jamgo.cooppangea.org), software as a service (Devicetag.io) y entidades de la economía voluntaria como El programa Reutiliza de la Universitat Politècnica de Catalunya, la Fundación Marianao, Labdoo.org o la Fundació Banc de Recursos.

Son entidades que operan bajo unos mismos principios que rigen y regulan su cooperación. Una metodología que ha sido validada por el Ayuntamiento de Barcelona que dona aproximadamente 3.000 ordenadores al año.

De esta manera, eReuse desarrolla, mantiene y mejora recursos de programario libre a través de servicios que optimizan la reutilización y trazan los dispositivos y componentes durante todo el ciclo de vida hasta su reciclaje final. Gracias al reaprovechamiento y sostén de esta tecnología por parte de las entidades, se optimizan costes y se puede escalar.

La reutilización a través de circuitos

Para gestionar algunas donaciones, las entidades pueden agruparse en circuitos. Existen comunidades y circuitos en USA (techreuse.com), Irlanda (Recosi.net), Inglaterra (ComputerAid.org), entre otros.

El circuito Pangea, por ejemplo ofrece los equipos en modelo de cesión de uso; el poseedor no paga el bien donado, sino los servicios y costes de su recirculación (transporte, limpieza, preparación para la reutilización, trazabilidad), y cuando ya no los necesita, los devuelve al circuito. Para garantizar la trazabilidad al donante, el usuario o entidad que adquiere el ordenador deja un depósito que le es devuelto cuando retorna el equipo al circuito.

El circuito Pangea garantiza que el valor de los costes de la economía circular está en unos 50 euros por debajo del valor del mercado y que una parte de los dispositivos se ceden gratuitamente.

Cualquier entidad puede adherirse al circuito ofreciendo sus servicios o utilizando herramientas, licencias, modelos de convenios. Puede crear sus propios circuitos o desarrollar su propio programario.