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ONG animan al nuevo Gobierno a apostar por el Sistema de Depósito de envases

La Alianza Residuo Cero, que integra diversas organizaciones ecologistas y sociales, han suscrito un manifiesto para pedir al nuevo Gobierno que elimine los envases de un solo uso y ponga en marcha medidas eficaces, como el Sistema de Depósito, para cumplir con las directrices europeas.

Las organizaciones AERESSAmigos de la TierraEcologistas en AcciónGreenpeaceRetorna, Rezero y Surfrider España, con el apoyo de los movimientos internacionales Zero Waste Europe y Break Free From Plastic, instan también al nuevo Ejecutivo a que apueste por los envases reutilizables de bebidas -hasta que representen el 70 % en 2025- y amplíe el objetivo a todo tipo de envases.

Economía circular

En pleno debate de investidura, la Alianza Residuo Cero insta al próximo Gobierno a “implementar de una vez un modelo de economía circular en el que todos los envases puedan conservar el valor de sus materiales y no acaben contaminando nuestro medio natural”.

El Sistema de Depósito consiste en una práctica mediante la cual los consumidores pagan una cantidad adicional o depósito por los bienes envasados, que les es reembolsada al devolver el envase al comercio.

Los firmantes del manifiesto recuerdan que este sistema garantiza en los países en los que está implantado tasas de recogida selectiva cercanas al 90 por ciento, como obliga la directiva europea para 2029.

Directiva de envases

Señalan que España debe transponer antes de 2021 esta directiva, que incluye además la recogida selectiva del 77 por ciento de las botellas de plástico antes de 2025 y que todos los envases de bebidas sean producidos con un 30 por ciento de material reciclado en 2030.

Recuerdan que la propia Unión Europea y acuerdos internacionales, como el Convenio de Barcelona, recomiendan los Sistemas de Depósito, que “pueden evitar hasta un 40 por ciento de la basura que llega hasta nuestros mares”, como la mejor herramienta para lograr este escenario.

Y añaden que algunas asociaciones de productores de bebidas de Europa y Estados Unidos han reconocido que el Sistema de Depósito “es la manera más eficaz y eficiente de recuperar los millones de envases que cada día ponen en el mercado”.

Experiencias de éxito del SDDR

Tras años de experiencia, el Sistema de Retorno de envases ha demostrado unos resultados excelentes en las regiones donde está implantado. Los países escandinavos tienen cifras de recuperación entre el 80 y el 95%. En Alemania, se ha alcanzado el 98.5% de éxito.

 

Ya son más de 40 regiones del mundo donde se aplica el Sistema de Retorno, y media docena más están estudiando su implantación. En aquellos donde ya hay años de experiencia, todos los agentes implicados están satisfechos con la iniciativa, y se han superado las reticencias iniciales. 

Ventajas y desventajas que conlleva el SDDR 

Para empezar, todos los sistemas pueden funcionar (si se ejecutan con confianza y transparencia) y ser complementarios, y no por ello más costosos. Por este motivo el debate no es sobre si es mejor el SIG que el Sistema de Depósito, Devolución y Retorno de envases, sino que debería buscar la solución a cómo podemos conseguir eliminar el 100% de los residuos.

Actualmente aunque las empresas declaren los envases que ponen en el mercado, paguen por ello, recuperen la máxima cantidad posible y el uso de Puntos Verdes esté frenando un poco las consecuencias de las actuales circunstancias, se sigue sin acabar de subsanar los daños. Sencillamente todo esto no es suficiente porque no se recicla el 100% de los desechos. De hecho, el año pasado se marcó como meta conseguir en 2020 la recuperación del 80% de los envases.

Por esa razón, lograr hacer algo más es una posibilidad que se está sospesando en la búsqueda de métodos complementarios que incluyan más obligación y concienciación por parte de los comercios, de las empresas y del consumidor.

En principio, con el doble modelo se pueden recoger más botellas y envases. Sin embargo, el problema puede llegar por el coste que genera la adquisición de máquinas especializadas según el tipo de envase (y que, a su vez, puede suponer un coste medioambiental con su fabricación, transporte y su funcionamiento).

Existe un esfuerzo económico para implantar el sistema SDDR en los pequeños y medianos comercios y, en el caso que no puedan, tendrían que encargarse de gestionar todo el proceso de recogida, almacenamiento y transporte. De aquí las reticencias de empresarios a su implantación.

Por otro lado, para una empresa puede conllevar ciertos beneficios operativos al ahorrar en el tratamiento de residuos. Teniendo más limpieza y más orden a la hora de tratarlos.

¿Cuál es el verdadero problema del sistema SDDR?

La conclusión que podemos extraer de todo esto es que la falta de conciencia entre la población y la escasa responsabilidad personal que se tiene están provocando un aumento constante de residuos.

Para luchar contra esta situación hay que producir menos residuos, reducir la huella ecológica a nivel personal e industrial y gestionar de la mejor manera posible el residuo que se produce.

Lo que está claro es que como trasfondo podemos encontrar una falta de concienciación latente dentro de la población respecto a este tema. Algo que debemos cambiar y mejorar como ciudadanos del mundo, haciéndonos responsables de las consecuencias de nuestros actos e implicándonos y tomando conciencia del impacto de nuestras acciones en el medio ambiente.