Donalo

Ejemplo de donaciones de material informático a ONG

En el mundo de los ordenadores, donde la potencia de cálculo de los procesadores aumenta cada pocos meses, un ordenador no válido para una empresa por ser considerado obsoleto puede alargar su vida útil si se dona a un entorno menos exigente como ONG, escuelas u otras entidades, consiguiendo así un impacto positivo en la sociedad. Por lo tanto es posible ayudar a crear una economía circular haciendo donaciones de material informático a ONG.

Tal y como contábamos en este artículo, ‘Qué es la economía circular’, este concepto se define como una economía industrial cuyo objetivo es no generar basuras ni polución, y donde el flujo de materiales técnicos se diseña para aumentar la calidad de la producción sin entrar en la biosfera.

Para ello hace falta un diseño cradle to cradle (rediseñar la manera en que se hacen las cosas). En el caso de los ordenadores, se busca alargar su vida útil y que luego sean debidamente reutilizados, evitando así la generación de basura electrónica (e- waste).

En este artículo pondremos como modelo de ejemplo el programa UPC-ReuTIlitza, una iniciativa de la Universitat Politècnica de Catalunya (UPC) que combina el Aprendizaje-Servicio (ApS) con el desarrollo de las competencias técnicas de los estudiantes con su aplicación a un proyecto real y útil para la comunidad.

ReuTiliza: ejemplo de donaciones de ordenadores a ONG

En este sentido, el programa UPC-ReuTIlitza es una forma de canalizar el ApS a través de actividades de cooperación y tiene por objetivo la reutilización de los equipos y recursos informáticos que se renuevan tanto en la misma universidad como en otras entidades.

El programa UPC- ReuTIlitza se presenta, pues, como elemento para introducir el ApS en estudios de Grado en Ingeniería Informática. Así, después de un trabajo de revisión y de puesta a punto de los equipos, estos se ponen a disposición de entidades de interés social y de programas solidarios.

Según Fermín Sánchez Carracedo y David López del Departamento de Arquitectura de Computadores de la UPC, la idea parte de la base de que en las universidades tecnológicas los equipamientos docentes han aumentado vertiginosamente en las dos últimas décadas para satisfacer las necesidades prácticas de las asignaturas, y debido a estas mismas necesidades los equipos necesitan ser actualizados frecuentemente.

Este hecho provoca que los ordenadores sean renovados cada pocos años, planteando el problema de qué hacer con los equipos retirados, a los que aún les quedarían algunos años de vida útil en un entorno menos exigente.

El programa se dedica a la reutilización de ordenadores donados por la universidad y por empresas externas para ser entregados a entidades sin ánimo de lucro que tienen fines sociales.

A su vez, los alumnos participan en el programa reparando e instalando un software en los ordenadores, y siendo conscientes en todo momento de su destino final. Este trabajo lo realizan como prácticas de cuatro asignaturas durante unas jornadas que se hacen dos veces al año.

El programa ReuTilitza ha constatado que, en muchos de los países receptores, el transporte de equipos de sobremesa es complicado y las condiciones no son adecuadas para estos equipos, y en algunos casos se estropeaban enseguida.

Además, estos países no disponen normalmente de puntos verdes, por lo que a menudo los ordenadores estropeados terminaban en un vertedero como basura electrónica. Para evitar este efecto, en la actualidad se procura enviar portátiles a estos países, ya que se adaptan mejor a las condiciones del destino y son más fáciles de traer de nuevo a España para ser reciclados una vez finaliza su vida útil.

Las torres (equipos de sobremesa) se dedican en su mayor parte a dar soporte a las necesidades de entidades locales. Estas entidades se comprometen a llevar los ordenadores a un punto verde una vez se acabe su vida útil, en cuyo caso normal- mente se renuevan los equipos.

Desde que el programa comenzó su andadura se han entregado más de 1600 ordenadores a 181 entidades residentes en 28 países, y han participado casi 3000 estudiantes. De forma que entre 300 y 500 alumnos participan cada año desde 2010 en dicho programa. 


Este programa también es muy útil para los propios estudiantes porque, de este modo, ven el impacto, positivo y negativo, de la informática en la sociedad y el medio ambiente, y sirve de marco global para que entiendan las actividades que hacen para trabajar la sostenibilidad en otras asignaturas, donde realizarán básicamente aprendizaje. El modelo de ApS presentado en este trabajo podría ser fácilmente exportable a otras universidades y centros educativos.

Hemos mencionado este programa como ejemplo de cómo hacer donaciones de material informático a ONG, pero desde nuestra plataforma Dónalo, también puede entrar en la cartera de cualquier empresa que desee aportar a una ONG un activo que le reporte a la vez un retorno financiero y social.

Desde aquí puedes consultar cómo hacerlo.