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¿Dónde surgió la economía circular?

Los modelos de negocio basados en la economía circular se conocen desde mediados de los años 70 y en la actualidad se aplican en numerosos sectores industriales. Hace décadas que Walter R. Stahel empezó a describir las múltiples ventajas de los sistemas basados en la circularidad.

Sus tesis se sustentan en que la presente economía no es sostenible si se tiene en cuenta el consumo de materiales por cápita. Propone, para ello, desmaterializar la economía; es decir, producir más con menos, utilizar menos recursos ambientales y energía en los procesos productivos y reducir los desechos a través de la reutilización y el reciclaje.

Walter R.Stahel, fundador y director del Product-Life Institute en Ginebra y ganador del premio Mitchell Prize , fue pionero en adoptar el concepto “consumo de servicios y no de productos”. Es decir, y para poner un ejemplo, no sería necesario que cada uno tuviera una lavadora en casa hecha de materiales de dudosa calidad si en el espacio común de una comunidad de vecinos hubiera lavadoras de materiales sólidos.

Y esta estrategia de alargar al máximo la vida de los productos conllevaría la creación de puestos de trabajo (en el mercado de la reparación y reutilización) y la reducción de la emisión de gases de efecto invernadero, entre otros. En los años 90, Stahel extendió esta visión de consumo de servicios que en 2006 tomó forma en el libro The Performance Economy. Con su segunda edición en 2010, expuso más de 300 ejemplos y casos que avalan su tesis.

Promover la economía circular entre los actores económicos

Con el objetivo de promover sus ideas entre los actores económicos, Stahel trabaja conjuntamente con la Ellen McArthur Foundation.

Fundada en 2010 por la navegante Ellen McArthur en el National Science Museum, esta entidad sin ánimo de lucro busca acelerar la transición hacia la economía circular. En la actualidad, es la entidad líder en promoverla consiguiendo introducir el nuevo paradigma en la agenda de líderes de negocios, gobiernos y académicos. El trabajo de la Fundación se centra en tres áreas interconectadas:

  1. Cuantificación del potencial económico de los modelos circulares; tarea que realiza junto a McKinsey & Company y que se traduce en varios informes económicos.
  2. Alianzas estratégicas con empresas, como Danone, Google, H&M, Nike o Philips para desarrollar iniciativas reales de negocio y superar el reto de la implementación.
  3. Educar, tanto formal como informalmente, para crear una plataforma de conocimiento para acelerar la transición.

Los límites del crecimiento

Pocos informes han sido tan controvertidos y criticados como el presentado por el Club de Roma hace más de 40 años. Limits to GrowthSu principal mensaje era que el agotamiento de recursos vitales y la contaminación a escala global representaban un gran riesgo para la economía global. Todavía en la actualidad, existen economistas que escépticos que niegan que el crecimiento a base del consumo desaforado pueda crear problemas o un colapso económico.

La mayoría de los organismos internacionales (ONU, OCDE, IPCC) confirman las conclusiones: la civilización se enfrenta a una tormenta de problemas encabezados por la superpoblación, el sobreconsumo del Norte a costa del empobrecimiento del Sur y el uso indebido de las nuevas tecnologías y la pérdida de biodiversidad, entre muchos otros.

Pero la falta de conciencia, la mirada a corto plazo imponen el arquetipo de que la economía física puede crecer para siempre. Mientras el precio de la mayoría de materias primas, con excepción del petróleo, bajó una media del 70% en el siglo XX, en los últimos 10 años estos mismos precios se han disparado; por lo que las compañías están empezando a comprender que el uso de la economía lineal los expone a un número inimaginable de riesgos.

El avance político hacia la economía circular

El avance de la economía circular necesita de un marco normativo potente. Y Europa, como viejo continente que vio nacer la revolución Industrial, ha sido de las primeras en reinventarse y promover el uso de bucles de producción sin pérdida.

Así, en 2016 la Comisión Europea adoptó un paquete de medidas sobre economía circular, como la creación de una plataforma de apoyo financiero con el Banco Europeo de Inversiones (BEI), que agrupa a inversores e innovadores, la orientación a los Estados miembros sobre la transformación de residuos en energía y la proposición de la mejora legislativa relativa a ciertas sustancias peligrosas en aparatos eléctricos y electrónicos.