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Economía circular: un ahorro para las empresas

Algunas multinacionales calculan que un modelo de economía circular puede suponer un ahorro, sólo en la Unión Europea, de 580 mil millones de euros en el coste neto de las materia primas y una estrategia poderosa frente al alza de los precios de las materias primas y la volatilidad.

La Fundación Ellen MacArthur (EMF) fue creada en el año 2010 con el patrocinio de Cisco, Google, H&M, Intesa Sanpaolo, Kingfisher, Philips, Renault y Unilever, con el fin de acelerar la transición del modelo de una economía lineal a una de economía circular.

En su informe Hacia una economía circular afirma que  este nuevo modelo no sólo es visto como una oportunidad económica para las empresas, sino como una estrategia de futuro, en el que ganarán quienes consigan re-pensar su modelo de desarrollo.

EMF calcula que el ahorro en el coste neto de las materias primas en la Unión Europea, por pasarse a un sistema circular, llegaría a unos 380 mil millones de dólares (unos 350 mil millones de euros) en un ‘escenario de transición’ y a los 630 mil millones de dólares (unos € 581 mil millones) en un ‘escenario avanzado’.

La fundación británica sostiene que la actual economía industrial apenas ha variado con respecto a una característica básica establecida desde los primeros días de la industrialización: la del modelo de consumo lineal de recursos basado en el patrón ‘extracción-uso-desecho’. Las empresas cosechan y extraen materias primas; las utilizan en la fabricación de productos, que luego venden al consumidor, quien las elimina cuando ya no le sirve para su propósito original.

En términos de volumen, alrededor de 65 mil millones de toneladas de materias primas entraron al sistema económico en 2010, y se espera que esta cifra crezca a cerca de 82 mil millones de toneladas en el 2020.

Una oportunidad y una estrategia

Este informe argumenta que los beneficios de la economía circular no son sólo operacionales sino también estratégicos, tanto para la industria como para los clientes (usuarios), siendo fuente de eficiencia e innovación.

Las economías se beneficiarán con ahorros sustanciales netos en materias primas, la mitigación de los riesgos de suministro y volatilidad de precios, además de incrementar la motivación para la innovación y creación de trabajo, la mejora de la productividad y calidad del suelo, así como la capacidad de recuperación a largo plazo de la economía.

Automóviles, maquinaria y equipamiento

Basado en el modelo detallado a nivel de producto, el informe estima que, en las industrias de productos de vida media compleja, la economía circular representa una oportunidad de ahorro en material neto a nivel de la Unión Europea entre € 314 mil millones y  € 350 mil millones para un ‘escenario de transición’ y entre € 480 mil millones  y € 581 mil millones para un ‘escenario avanzado’.

Los beneficios en el escenario avanzado son mayores para el sector automotriz (entre € 157 mil millones a € 185 mil millones por año), seguido por maquinaria y equipamiento.

Para los bienes de consumo de vida útil corta el valor total de las oportunidades circulares a nivel mundial, alcanzaría € 646 mil millones al año en ahorros de materias primas utilizadas en los procesos de ciclo inverso, es decir, un 20% de los costes totales de las materias primas usados por la industria de bienes de consumo.

Acero y suelos

Para el caso del acero, por ejemplo, el ahorro mundial de hierro en el 2025 sumaría 100 millones de toneladas, si se aplicasen sistemas circulares a una parte considerable de los flujos materiales (por ejemplo, el sector automotriz, maquinaria y otros sectores de transporte. Un cambio así, alejaría la curva ascendente de costos y rebajaría la volatilidad regida por la demanda.

Otro caso ventajoso: al reducir los residuos provenientes de la cadena de valor de los alimentos y retornar nutrientes al suelo, se enriquecerá el suelo y el valor de la tierra como recurso. La degradación del suelo cuesta actualmente unos 37 mil millones de euros a nivel mundial, sin contar los costos ocultos del uso creciente de fertilizantes, la pérdida de la biodiversidad y de paisajes únicos.

Un poderoso nuevo marco

Los mercados de economías emergentes también se pueden beneficiar al no estar atrapadas en determinadas sendas tecnológicas como ocurre en las economías avanzadas y tendrán la posibilidad de ‘saltarse’ fases y establecer esquemas circulares en el desarrollo del sector productivo o de fabricación de productos.

Una economía circular va a crear un nuevo sector dedicado a las actividades de ciclo inverso para la reutilización, restauración, re-manufactura, o reciclaje de los componentes técnicos por un lado, y para la digestión anaeróbica, el compostaje y el uso en cascada por el lado biológico. Algunos le llaman una nueva simbiosis empresarial.

Creación de valor en economía circular

Todos estos principios conducen a cuatro fuentes claras de creación de valor, que ofrecen oportunidades en comparación con el diseño y uso lineal de los productos y materiales:

El ‘poder del circulo interior’ se refiere a minimizar el uso de materiales en relación al sistema de producción lineal. Cuanto más corto es el círculo, menor es el cambio al que se debe someter un producto para poder ser reutilizado, transformado o refabricado. Y más rápido puede volver a ser utilizado y mayor será el potencial de ahorro en los costes de material, mano de obra, energía y capital incorporados al producto mientras se reducen las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI), el agua, la toxicidad.

El ‘poder circular por más tiempo’ se refiere a maximizar el número de ciclos consecutivos, ya sea reutilización, refabricación o reciclaje o el período de cada ciclo.

El ‘poder del uso en cascada’ se refiere a diversificar la reutilización a través de las fases de una cadena de valor, tal como ocurre en la ropa de algodón, por ejemplo, que se reutiliza primero como ropa de segunda mano, luego pasa a la industria de muebles, como relleno, y finalmente se utiliza en la construcción como aislante, en cada caso sustituye a un flujo de materia prima, antes de que las fibras de algodón retornen a la biosfera de forma segura.

El ‘poder de los inputs puros’, finalmente, reside en el hecho de que los flujos de materiales no contaminados incrementan la eficiencia en la recogida y redistribución mientras mantienen la calidad, particularmente de los elementos técnicos, lo que a su vez, extiende la longevidad del producto, aumentando así la productividad del material.