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Cómo promover la economía circular en tu empresa

Ya sea con un nombre o con otro, la economía circulares un modelo del que se habla desde los años setenta y del que se está volviendo a hablar recientemente. El planteamiento es conceptualmente sencillo: desterrar el concepto de residuo.

Esto se consigue trabajando en el ciclo de vida de productos y servicios, de manera que los materiales empleados puedan incorporarse a la Biosfera o a la Tecnosfera cuando se prescinda de ellos, y alargando su vida útil evitando la dañina obsolescencia programada.

Uno de los requisitos de la economía circular es instaurar el diseño sostenible sin residuosque los componentes naturales y artificiales de los productos estén pensados de manera que se integren de vuelta al ciclo a través del reciclaje o el compostaje. Ante esta situación las empresas tienen un escenario apasionante y desafiante.

¿Cómo empezar e incorporar a nuestra empresa en este nuevo modelo?

Aplicar la economía circular en tu negocio implica repensar, rediseñar, refabricar, reparar, redistribuir, reducir, reutilizar, reciclar y recuperar la energía, valorando al máximo los recursos materiales e introduciéndolos de nuevo en el ciclo productivo, aumentando su vida y por tanto, generando menos toxicidad, contaminación, basura y residuos de toda índole.

Lo contrario a ella es la economía lineal, basada en la máxima “tomar, hacer, desechar” y que refleja una triste época fundamentada en la avaricia y el consumismo en el que los recursos, la energía y el crédito se creían ilimitados y eran fáciles de obtener basándose en una idea falsa de progreso y sin considerar las graves consecuencias medioambientales.

Son ya muchas las compañías que ya han puesto en marcha los principios de esta nueva corriente basada en el respeto al medio ambiente y la reutilización de materiales: especialmente destacan las empresas de economía social, cooperativas de trabajo asociado y sociedades anónimas laborales, una tipología que apuesta fuerte por este sector de actividad. Según la Ellen MacArthur Fundation en una verdadera economía circular, el consumo solo se produce en ciclos biológicos eficaces; por lo demás, el uso sustituye al consumo.

La web de la fundación explica que los recursos tienen dos vías: o se regeneran dentro del propio ciclo biológico o se recuperan y restauran gracias al ciclo técnico. Los tres principios clave de este modelo económico son tres: preservar y mejorar el capital natural -controlando existencias finitas y equilibrando los flujos de recursos renovables-, optimizar el uso de los recursos -mediante la rotación de productos, componentes y materiales con la máxima utilidad- y fomentar la eficacia del sistema a través del feedback y el análisis.

Algunos de los puntos clave para poner en práctica la economía circular son los siguientes:

  • Integrar en el ciclo de la vida del producto el impacto ambiental para reducirlo y aprovecharlo de la forma más eficiente posible.
  • Agrupar y desarrollar en un mismo espacio territorial los procesos de gestión de materiales y fabricación.
  • Aplicar criterios de funcionalidad en las actividades profesionales.
  • Reintroducir y reintegrar los residuos como nuevos materiales en el sistema productivo.
  • Aplicar criterios de segunda vida para aquellos productos que muestran deficiencias.
  • Aprovechar los residuos no reciclables para la generación de energía.
  • Optar por recursos renovables, como biomateriales y energía renovables, evitando la sobreexplotación de recursos finitos.
  • Compartir y redistribuir productos/componentes/materiales, tanto a nivel de usuario (vía plataformas colaborativas) como a nivel industrial (vía simbiosis industrial y mercados secundarios de materias primas).
  • Alargar la vida de productos/componentes/materiales, gracias al mantenimiento, actualización, reutilización, reparación, restauración, remanufactura, recuperación y (una vez agotadas todas las opciones) reciclado. Para mantener los materiales a su máximo valor posible es importante cerrar primero los círculos “más pequeños” (o próximos al usuario) antes de recurrir a los más amplios. También es importante repensar el reciclado, que en su forma habitual conlleva una pérdida de propiedades del material (downcycling) y apostar por formas de recuperar los materiales que aumenten su valor (upcycling).
  • Desarrollar logística inversa para maximizar lo anterior.
  • Repensar productos como servicios. Se trata de desarrollar nuevos modelos de negocio basados en ofrecer un servicio (movilidad, iluminación, vestimenta…) en lugar de en vender productos (coches, bombillas, pantalones…). El “consumidor” pasa a ser usuario del producto, y la empresa un proveedor de servicio, asumiendo las funciones de mantenimiento, reparación, o reposición del producto. De este modo, se alinea la durabilidad, eficiencia, y reparabilidad del producto con el interés económico de la empresa, al tiempo que los usuarios que valoran esta forma de acceso sin propiedad encuentran nuevas formas de cubrir sus necesidades.
  • Devolver componentes biológicos libres de tóxicos como nutrientes al terreno.

No podemos olvidar el papel crucial que juegan o pueden jugar estos elementos:

  • Diseño de productos y modelos de negocio, que den forma a la innovación necesaria para destapar las oportunidades de la economía circular.
  • Colaboración multistakeholder, para maximizar las oportunidades de recircularización de los recursos. De hecho, las grandes oportunidades de la economía circular pueden venir por esta vía.
  • Tecnologías digitales, como IoT o blockchain, podrían facilitar la trazabilidad de los recursos y viabilizar nuevos modelos de circularización.

Entonces, ¿nos subimos a la ola circular?

A muchas empresas se les ocurre que cuando conocen el marco de la economía circular se preguntan cómo es que no han construido su sistema de producción-consumo de esta manera… Al fin y al cabo, es lo que tiene sentido para no cargarnos el planeta en el que vivimos, ¿no?  A nuestro modo de verlo, las empresas que operan bajo un paradigma lineal se apoyan en un sistema quebrado por su evidente insostenibilidad, y que muestra ya señales evidentes de desestabilizarse…

De ahí que la economía circular esté llegando con fuerza, porque esos síntomas de desestabilización ya están abriendo ventanas de oportunidad que viabilizan nuevos modelos de negocio circulares, y porque las tendencias a medio plazo parece que nos llevarán necesariamente hacia ahí si queremos apostar por una prosperidad sostenible para la humanidad.

¿Empezamos entonces a repensar productos y servicios desde una mirada circular? Todos, líderes empresariales, líderes políticos, diseñadores, emprendedores, usuarios, podemos subirnos a esta ola y hacerla crecer. Tiene sentido. Merece la pena.