La basura electrónica (productos desechados con una batería o un enchufe) se elevó a 44.7 millones de toneladas en 2016, una cantidad un 8% superior a la de 2014 y que equivale a cuatro mil 500 torres Eiffel.
Además, los expertos prevén un aumento adicional del 17%, hasta 52.2 millones de toneladas métricas de desechos electrónicos para 2021, el crecimiento más rápido del flujo de residuos domésticos del mundo.
En 2016, el mundo generó desde refrigeradores al final de su vida útil y televisores, hasta paneles solares, teléfonos móviles y ordenadores, con un peso equivalente a casi nueve Grandes Pirámides de Giza, cuatro mil 500 Torres Eiffel o 1.23 millones de camiones de 40 toneladas cargados por completo, lo suficiente para formar una línea desde Nueva York a Bangkok y viceversa.
El informe Global E-waste Monitor 2017 del programa Ciclos Sostenibles de la Universidad de las Naciones Unidas (UNU) analiza el estado de la creciente acumulación de este tipo de desechos electrónicos y eléctricos, además de proponer soluciones como el reciclaje y estándares para reutilizar materiales. También destaca la importancia de que los ciudadanos contribuyan a reciclar y reducir la acumulación de electrónicos.
“El problema de los residuos electrónicos del mundo sigue creciendo. Es esencial que se mejoren las mediciones para poder monitorear los objetivos e identificar políticas públicas”, dice Jakob Rhyner, vicerrector de la UNU.
Pérdidas millonarias
En 2016, tan solo el 20% de los residuos electrónicos fueron recolectados y reciclados, a pesar de que contenían ricos depósitos de oro, plata, cobre, platino, paladio y otros materiales de gran valor para ser reutilizados.
El estudio calcula que el valor de los materiales reutilizables contenidos en este tipo de residuos superaría los 55.000 millones de dólares, más que el producto interior bruto (PIB) de la mayoría de países del mundo.
Los países que más desechos electrónicos generan son Australia y Nueva Zelanda, con 17,3 kilos por persona. Las Américas generaron 11,6 kilos de residuos electrónicos por habitante en 2016 y solo reciclan el 17%, un registro parecido al de Asia (15%). Sin embargo, el continente asiático genera tan solo un tercio de los residuos por habitante.
Tres categorías de aparatos, las que más contribuyen a los desechos
Las tres categorías de dispositivos electrónicos y eléctricos (EEE) que más contribuyen a los desechos electrónicos también están creciendo más rápido. Se espera que las siguientes tres categorías que ya constituyen el 75% de los desechos electrónicos mundiales en peso (entre 33,6 Mt y 44,7 Mt), también presenten el crecimiento más rápido: equipos pequeños, grandes y de intercambio de temperatura.
Los equipos pequeños (aspiradoras, microondas, balanzas, calculadoras, cámaras de vídeo, etc.) generaron en 2016 16.8 Mt, con una tasa de crecimiento anual de 4% por año hasta 2020, mientras que los grandes (lavadoras, lavaplatos, impresoras grandes, etc.), generaron unos 9.2 Mt, con un crecimiento anual de 4% anual hasta 2020. Los equipos de intercambio de temperatura fueron la fuente de 7,6 Mt en 2016, con un crecimiento anual de 6% hasta 2020.
En cuanto a pequeños equipos de dispositivos de información y telecomunicaciones, se espera que los desechos crezcan menos rápidamente en peso debido a la miniaturización. También se estima que crecerán menos los desechos de iluminación, mientras que se espera una disminución de desechos como televisores, monitores, ordenadores portátiles o tabletas. En 2016, estos productos generaron 6,6 Mt, con una disminución anual del 3% hasta 2020.
Con una población de 7.400 millones, el informe destaca que el mundo cuenta en la actualidad con 7.700 millones de suscripciones de teléfonos móviles. Más de ocho de cada diez personas en la Tierra están cubiertas por una señal de banda ancha móvil. Aproximadamente, 3.600 millones de personas, cerca de la mitad de la población mundial (45,9%) usan actualmente Internet, frente al 20,5% en 2007. Aproximadamente, la mitad de la humanidad tiene un ordenador con acceso a Internet en casa.
Entre 2013 y 2015, los usuarios de teléfonos inteligentes comenzaron a retrasar sus actualizaciones, pero el ciclo de vida promedio de los teléfonos inteligentes en Estados Unidos, China y las principales economías de la UE no suelen exceder de 1,5 años o dos años. El peso de todos los cargadores para teléfonos móviles, laptops, etcétera, que se producen cada año se estima en un millón de toneladas.
El informe pide intensificar los esfuerzos mundiales para mejorar el diseño de componentes en equipos eléctricos y electrónicos para facilitar la reutilización y el reciclaje, la recogida y el reciclaje de productos viejos y un mejor seguimiento de los desechos electrónicos y el proceso de recuperación de recursos. Es alentador que cada vez más países adopten legislación sobre residuos electrónicos, dice el informe, con el 66 por ciento de las personas del mundo, que viven en 67 países, que están cubiertas por las leyes nacionales de gestión de desechos electrónicos (un aumento del 44% en 61 países en 2014).
El informe aporta estos datos sobre los aparatos de telecomunicación:
- Más de ocho de cada 10 personas tiene cobertura celular en el mundo.
- Casi la mitad de la población del mundo (3.600 millones de personas) usa internet y tiene ordenador con conexión en casa.
- Con la conversión de la televisión analógica a la digital, muchos televisores son desechados sin necesidad, dejando montañas de tubos de rayos catódicos en el mundo.
- La media de vida de un teléfono celular en Estados Unidos, China y Europa no pasa del año y medio o dos años.
Tecnología más barata
La caída de los precios de los productos electrónicos y eléctricos los han hecho más asequibles en todo el mundo. Además, se ha establecido una cultura consumista que alienta al reemplazo de los aparatos cada poco tiempo.
El aumento del poder adquisitivo de ciudadanos en muchos países en desarrollo se ha reflejado en un aumento de ventas de productos electrónicos y eléctricos, siendo los productos que registran un mayor crecimiento de ventas entre 2000 y 2016 en estos países.
Reciclar, reutilizar y reparar
El informe aboga por que se mejore el diseño de los componentes en los aparatos electrónicos y eléctricos para que resulte más fácil reciclarlos, se recolecten y reutilicen más equipos viejos y que se controlen más de cerca este tipo de residuos y la recuperación de recursos útiles.
Un dato optimista es que cada vez más países están aprobando leyes para el reciclaje de este tipo de residuos. Actualmente son 67los países comprometidos con el problema de la acumulación de desechos electrónicos.
Pero queda mucho por hacer, explican los autores del informe. Tan solo 41 países cuantifican los residuos que se generan y reciclan oficialmente. El paradero de la mayoría de los desechos (34 toneladas de más de 44) sigue siendo desconocido.
“Muchos recursos se echan a perder. Todavía hay mucho por hacer a la hora de canalizar mejor los flujos de residuos para incrementar los índices de reciclaje y recuperar los materiales que puedan ser útiles en el futuro”, explica Rüdiger Kühr, coautor del informe.
En los países donde no existen regulaciones sobre residuos electrónicos, este tipo de desecho son a menudo tratados como cualquier otro residuo, causando graves riesgos a la hora de manejar materiales tóxicos de los aparatos, como la extracción de recursos valiosos como el cobre o el oro por grupos informales que no ofrecen protecciones a sus trabajadores.
“Debemos considerar más seriamente lo que estamos comprando y el impacto medioambiental de estas tecnologías”, subraya Kühr en el informe. “También sería bueno que los consumidores presionaran más a la industria para mejorar el impacto medioambiental de sus productos”.