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¿Quién se beneficia de la responsabilidad social corporativa?

La Responsabilidad Social Empresarial (RSE) sirve para mejorar el modelo productivo de una empresa siguiendo los criterios de eficiencia y sostenibilidad con el valor de la diversidad, igualdad de oportunidades, respeto y tolerancia.

La RSE por si constituye una oportunidad para mejorar los beneficios de las pequeñas o grandes empresas. Varios estudios demuestran que las empresas  que avanzan y progresan en las políticas de RSE obtienen mas productividad y este hecho repercute directamente en los resultados.

En este artículo, ‘Ejemplos de Responsabilidad Social Corporativa’ ya os hablábamos sobre los distintos modelos de RSE que hay y de algunas empresas que practican la economía circular.

Ahora os detallamos algunas razones de por qué la balanza actualmente se inclina hacia los empresarios que creen en la RSE:

Beneficios de la RSE para la empresa

Mejor capacidad de contratación y permanencia de los empleados

Los empleados valoran a las empresas que les dan soporte y ayuda continua, aun en momentos difíciles. Además, los empleados se sienten mas motivados y a gusto con el comportamiento de dicha empresa como tal.  Esto motiva a que los empleados permanezcan en la empresa y valoren su empleo.

Cuando existe un compromiso social, también se facilita el reclutamiento de personal y la retención de talentos, debido a que los colaboradores se identifican con la misión y visión responsable del empleador.

La RSE puede incidir en el mejoramiento del clima laboral, lo que se traduce en un mayor rendimiento y compromiso por parte de los empleados en la tareas que se emprendan.

Con empleados comprometidos con los valores de una empresa, se percibe un aumento en la productividad de las empresas, así como también una mayor competitividad y la posibilidad de ingresar a nuevos mercados.

Mayor lealtad del consumidor

Cada vez más, los consumidores admiran a aquellas empresas que valoran a sus empleados, desarrollan proyectos sociales o se preocupan por el medio ambiente. Por ello, la responsabilidad social es uno de los factores que garantiza la fidelidad del consumidor.

Así que, más RSE es sinónimo de más utilidades. Estamos de acuerdo de que el rol social principal de las empresas es ser rentable —según la teoría del economista Milton Friedman. En este sentido, hoy los consumidores optan por las compañías socialmente responsables.

Por esta razón, la RSE tiene  un impacto directo en sus resultados y si se quiere liderar en el sector privado, sin duda la receta del éxito irá de la mano de una buena gestión social.

Valoración de la imagen de marca

Una buena práctica de responsabilidad social agrega valor a la imagen de la empresa, la cual puede valerse de ese potencial diferenciador para sus estrategias de negocio.  

Según las investigaciones que realiza el Reputation Institute  para conocer la percepción del consumidor en torno
a la responsabilidad social, los consumidores cada vez dan más valor a aspectos tales como la ética y el tratamiento que una empresa ofrece a los empleados.

Así que, las acciones de RSE permiten mejorar la imagen corporativa de las empresas, por lo que sus productos, servicios y marca logran un mayor fortalecimiento ante el mercado y la comunidad, al mismo tiempo que hay una mayor aceptación de los precios por parte de los consumidores.

Ayuda a la comunidad

Con actividades de RSE se puede colaborar en la reducción de problemas sociales graves.  Es posible lograr un pequeño, pero significativo cambio social.

La gestión del RSE mejora la relación de la empresa con el entorno, por lo que la sociedad está más predispuesta a la recepción de las estrategias de comunicación de las empresas socialmente responsables.

Incremento de la confianza

La RSE también se relaciona con el cumplimiento de las exigencias legales, que trae como resultado la reducción de las medidas de fiscalización a las que puede ser sometida una firma.

Acciones de RSE también llevan al incremento de la confianza de los accionistas y de terceros, facilitando así el acceso a las fuentes de financiación y ayudando a la obtención de socios estratégicos por el “buen gobierno de la empresa”.

Las empresas que poseen políticas de sustentabilidad suelen tener una mayor valoración en el mercado.

Actualmente cuando los organismos internacionales y bancos evalúan el valor de una compañía, no solamente toman en cuenta su capital y valores económicos, sino también su comportamiento con la comunidad y los stakeholders.

Este último punto es importante. Tal y como os comentábamos en este artículo, ‘La responsabilidad social empresarial, el auténtico diálogo con los ‘stakeholders’ y el ‘greenwashing’ uno de los principios básicos de la RSC es el diálogo con los grupos de interés (stakeholders).

En este sentido, una responsabilidad genuina consiste en aquella que la organización y sus stakeholders están en continuo feed back. Se retroalimentan y avanzan de la mano como un todo, sólo así se idea una filosofía compartida e inclusiva que permite el desarrollo sostenible a largo plazo.

Una de las herramientas más útiles es establecer una declaración de valores por parte de los stakeholders para que la corporación pueda apadrinarlos. 

La RSC es un camino, en el que cada uno intenta avanzar en la medida de sus posibilidades. En esta web, podrás ver cómo han ido evolucionando la práctica del reporting país por país.