Televisores, lavadoras, hornos, cocinas, impresoras, notebooks, teléfonos y antiguos equipos de fax son solo algunos de los productos que son desechados porque dejaron de funcionar y, por lo tanto, muchas empresas acaban por tirar residuos informáticos sin pensar en la posibilidad de reutilizarlos.
Según la revista especializada en Responsabilidad Social Corporativa e innovación social, Compromiso Empresarial (para la sensibilización y formación de fabricantes, distribuidores y usuarios de aparatos eléctricos y electrónicos), tirar residuos informáticos es muy perjudicial para la salud ambiental teniendo en cuenta el alto volumen de aparatos que se venden. La media en España de aparatos puestos en el mercado por parte de las empresas productoras fueron y según el Registro Nacional de Productores de Aparatos Eléctricos y Electrónicos (REIRAEE) de 452.973 toneladas de aparatos.
A nivel mundial esta cifra ronda los 45 millones de toneladas, según datos del Programa de Naciones Unidas por el Medio Ambiente (Pnuma). Pese a que es realmente complejo dar una cifra concreta a nivel global, lo que sí parece claro es que la era digital multiplicará aún más el número de aparatos que se venden, y por lo tanto el hecho de tirar residuos informáticos podría crecer a un ritmo tres veces superior al del resto de residuos sólidos urbanos (RSU) si no se ponen medidas o iniciativas que incentiven la economía circular.
En este sentido, la asociación de organizaciones Solving the E-waste Problem (StEP) Initiative elevaba la cifra hasta cerca de 49 millones de toneladas de RAEE, con un promedio de 7 kg por cada uno de los 7.000 millones de habitantes del planeta. Se calcula que, actualmente, esta cifra puede llegar a alcanzar los 65 millones de toneladas, lo que supondrá un incremento global del 33% en tan solo cinco años –el equivalente a una fila de camiones tipo tráiler con una capacidad de 40 toneladas, que ocuparía de extremo a extremo las tres cuartas partes del ecuador del planeta.
Así que, tirar residuos informáticos o la basura electrónica o «e-waste» no sólo es muy perjudicial para el medio ambiente contaminando las aguas y el suelo, sino también un peligro para la salud de las personas y otros seres vivos.
Los “e-waste” contienen arsénico, mercurio, plomo, cadmio y otros elementos que al ser manipulados sin los cuidados necesarios pueden generar que se liberen y provoquen daños al corto o largo plazo.
Los dispositivos electrónicos están compuestos de metal, plástico y vidrio principalmente por lo que deben recibir diversos tratamientos en el proceso de reutilización. Gran parte va a parar a los vertederos o rellenos sanitarios porque la gente desconoce a las instituciones especializadas que se dedican a tratarlos y a reutilizarlos. Aún así, las empresas que generan estos dispositivos electrónicos cada vez están más concienciadas sobre la necesidad de no tirar residuos informáticos y aprovecharlos para su reutilización.
La importancia de no tirar residuos informáticos: ¿Qué pasa con toda la basura electrónica?
Hoy en día prácticamente todo se puede reutilizar sin necesidad de tirar residuos informáticos pero muchas veces por el desconocimiento de las posibilidades que ofrece este tipo de economía circular (leer más sobre esto aquí: ‘Qué es la economía circular?’) o por la creencia de que los residuos carecen de valor, estos dispositivos terminan en vertederos.
Actualmente hay campañas de sensibilización y educación ambiental para no tirar residuos informáticos y otros aparatos de la mano de puntos limpios autorizados para la recepción de este tipo de residuos. Es importante generar conciencia sobre el impacto que tienen los residuos sobre el medio ambiente y es necesario generar un cambio cultural. En este artículo, ‘Donde reciclar residuos electrónicos en Cataluña’, te detallábamos algunos puntos donde las empresas pueden llevar sus aparatos que ya no usan para su reutilización.
La Fundación Real Dreams sin fines de lucro, a través de la plataforma Dónalo, recibe equipamiento electrónico en desuso, los repara para su reutilización y hace de intermediario entre las ONG interesadas que estén adheridas a la plataforma para evitar que las empresas acaben por tirar residuos informáticos o mobiliarios que ya no necesiten.
Estos equipos son entregados a ONG y organizaciones sociales sin fines de lucro. La idea es que luego de este segundo uso, vuelvan al proceso de reutilización y no terminen en vertederos. En este sentido, la Fundación busca fomentar la economía circular a través de la gestión de materiales, dispositivos, aparatos… que las empresas ya no usen.
También existen entidades que se dedican a reciclar los diferentes componentes de los aparatos electrónicos para posteriormente comercializarlos. Incluso asesoran a las compañías para que no acaben por tirar residuos informáticos y componentes y para que certifiquen su política medioambiental en este ámbito.
En este sentido se han puesto en marcha interesantes iniciativas sin ánimo de lucro a nivel internacional como la Plataforma RELAC, que busca soluciones a los residuos electrónicos de ordenadores en Latinoamérica y el Caribe. Desde esta plataforma se pretende armonizar la gestión de residuos electrónicos en todo el continente. Es una iniciativa interesante que permitirá beneficiarse de prácticas respetuosas con el medio ambiente a todos los países latinoamericanos.
Otra opción es acudir a organizaciones que se encargan de rescatar las piezas que pueden seguir siendo de utilidad para actuaciones en países subdesarrollados o proyectos educativos como la Fundación Bip Bip en España.
Y recuerda: antes de tirar residuos informáticos o desechar un aparato que dejó de funcionar comprueba primero si se puede reutilizar. ¿Quieres más información sobre cómo podemos ayudarte? Desde aquí puedes consultar nuestros servicios.