Con la crisis del Covid-19 en Cataluña miles de familias con niños en edad de escolarización están sin equipamiento informático ni conectividad a internet. Durante el tiempo de confinamiento, que se prevé que llegará hasta final de curso y quizás más allá, los niños en situación de fractura digital no pueden seguir la escolarización a distancia que se imparte desde las escuelas.
La Generalidad de Cataluña está definiendo un programa de choque para el aprovisionamiento de teléfonos, tabletas y conectividad de datos a 50 mil familias. Esta es una acción parcialmente paliativa, que por falta de recursos no puede llegar a resolver el problema estructural de la brecha digital de las familias.
Es por esto que, un conjunto de entidades de la economía colaborativa, social y circular con una gran trayectoria de colaboración ha dado apoyo a esta acción de la Generalidad de Cataluña. A través del Centro de Cooperación al desarrollo (CCD) de la UPC, se ha otorgado un proyecto de 3.000 euros a la Fundación Migranodearena.org, para dotar de dispositivos electrónicos y de de conectividad a través de redes wifi (Guifinet) a las familias y realizar empoderamiento digital para luchar contra la brecha digital desde varios frentes y no sólo facilitar los dispositivos.
Este conjunto de entidades, a través de la Fundación, ha complementado el aprovisionamiento con equipamiento de sobremesa y conectividad inalámbrica realizando un seguimiento integral de familias y niños más allá del aspecto informático para incidir a resolver sus problemas estructurales y poder continuar conectados más allá del confinamiento.
La idea es recoger ordenadores, restaurarlos con personas formadas y que el coste de la remanufacturación vaya a cuenta del proyecto de la UPC, así como otros conceptos, y de posibles retos que se crean en migranodearena.org (crowdfunding).
Equipamiento y materiales:
El proyecto cuenta con las siguientes características:
Ordenadores reacondicionados por entidades: los ordenadores vienen de donaciones y el precio corresponde al trabajo de preparación para la reutilización, hecha por personas de las entidades empleados en programas de inclusión social.
El proyecto contempla herramientas de preparación para la reutilización y trazabilidad, conectividad servicio Internet, instalación (dependiendo de ubicación y tecnología) y despliegue de material.
La Fundación coordina esta actividad y ha planteado promocionar una campaña de matching funding para aportar más recursos y poder llegar a más familias en su portal de «crowdfunding» y el resto de entidades aportan en forma de contribución de recursos propios (tanto personal como trabajo voluntario).
Tras la puesta en marcha, el proyecto ya ha llegado a 34 niños y adolescentes en situación de riesgo de exclusión pertenecientes a las organización del CRAE Casa Solaz, mediado por la Fundación Alma, Fundación Putxet y Asociación Isil.
Estas familias han sido identificadas por las organizaciones de base y se las ha aprovisionado de equipamiento, conectividad y capacitación para incidir a resolver su problema estructural y de barrio para que puedan continuar conectados más allá del confinamiento.
El área de actuación principal es el área metropolitana de Barcelona, aunque no se ha descartado seleccionar, más adelante, familias a poblaciones cercanas con las que las entidades ya colaboran.
Impaco del proyecto
Un primer impacto es el de aprovisionamiento de equipamiento, conectividad y capacitación, para que los alumnos puedan seguir la vida escolar, utilizando las opciones más sostenibles en términos ambientales, sociales y económicos.
Para las familias, este proyecto sirve para dar a sus niños en edad escolar la oportunidad de estudiar y participar remotamente, con una solución sostenible, para la situación actual y más allá de la situación actual.
Para las entidades participantes sirve para consolidar su propio modelo de funcionamiento e inclusión social, así como fortalecer un modelo de inter-cooperación, complementariedad y colaboración con entidades complementarias para atender estas necesidades de forma más integrada más allá de la situación actual.
Para la UPC es una forma de contribuir, participar y medir el impacto de las TIC para resolver situaciones de desigualdad con soluciones y modelos sostenibles y que sirvan de ejemplo para acciones y políticas futuras que se puedan replicar en otras regiones del mundo.
A parte de esto, el objetivo de la Fundación también es soportar los puestos de trabajo que ha creado para personas vulnerables remanufacturado ordenadores. Por esta razón, se cobra un costo simbólico a las entidades y personas receptoras que con la situación del COVID-19 este coste es muy menor.
Salir de la brecha digital
Las entidades que colaboran en este proyecto tienen una trayectoria de colaboración y complementariedad dentro del circuito eReuse.org que hace que la diversidad de agentes aporte un gran valor y un riesgo pequeño para ayudar y acompañar de forma integral a familias en situaciones difíciles a superar la brecha digital con soluciones éticas y solidarias con el tercer sector que también busca formas de generación de trabajo remunerado inclusiva en el mundo de la economía circular.
Esto está vinculado a los problemas medioambientales que hacen que los humanos, cuando invadir el medio natural a veces reciban infecciones como la de la pandemia actual que ahora está causando la situación de confinamiento, agravada para aquellas familias sin recursos y con dificultades para poder participar en la educación y la vida pública por Internet.