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Upcycling: mucho más que reciclar

¿Sabes qué es el upcycling? 

Podemos decir que sería como un suprarreciclaje o superreciclaje

El término hace referencia a la reutilización de residuos u objetos reciclables, con el objetivo de modificarlos y convertirlos en otros productos de mayor valor, para que sigan siendo útiles antes de tener que llegar a ser reciclados en plantas de reciclaje y termine de verdad su vida útil. 

Es decir,  gracias a la mezcla y agregación de materiales y componentes usados, el resultado final es un “producto nuevo” que se ha readaptado y / o reutilizado de forma creativa y cuya vida útil se amplía.

Diferencia entre upcycling y recycling (reciclaje)

El recycling es el proceso industrial que se realiza para transformar los residuos en un material nuevo, y al final se acaban produciendo nuevos productos con ese material, que más tarde serán consumidos.

El reciclaje evita la extracción de nuevas materias primas y, por tanto, es más respetuoso con el medio ambiente. 

Aunque, antes de llegar al reciclaje, podemos pasar por otras acciones como reparar, reducir o reutilizar. 

El upcycling se basa en reutilizar. Este proceso pretende aprovechar los residuos, para transformarlos en objetos nuevos a través de la imaginación y la creatividad, para disminuir la necesidad de consumir productos nuevos, así como la reducción de la adquisición de nuevas materias primas.

Por tanto, la diferencia es que el resultado del upcycling son productos de mayor calidad, mayor valor ecológico y mayor valor económico.

De esta forma se alarga la vida útil del residuo/producto, se permiten crear nuevos artículos y se reduce el consumo de materias primas vírgenes. El ideal de este concepto es dar una segunda oportunidad a los objetos destinados a la basura de una forma diferente, apuntando a un resultado mejor que el original, y que esos objetos estén en circulación durante el mayor tiempo posible.

¿En qué sectores se puede usar el upcycling?

Pues podríamos decir que en casi todos. Aquí algunos ejemplos: 

  • Moda: es el ejemplo más claro y dónde más se usa. Para contrarrestar el efecto de ‘moda rápida’ y efímera, que obliga a renovar todas nuestras prendas de una temporada para otra y produce gran cantidad de residuos y contaminación. La creatividad y la imaginación juegan un papel importante para transformar prendas antiguas en otras mejoradas y con más valor. 

Esto promueve, así mismo, una cadena de producción de la moda más transparente, sostenible y más respetuosa con los derechos humanos. 

Ejemplos muy significativos de este concepto en moda son marcas como Patagonia o Ecoalf.

  • Muebles y decoración: Hay infinidad de elementos decorativos hechos con botellas de plástico o cristal. O muebles viejos, desperdiciados o rotos que se reutilizan para darles otro uso. Puertas de armario convertidas en puertas o espejos, palés de madera reconvertidos en somieres, cabezales de cama o sillones para el jardín, cajas de fruta convertidas en estantes o mesillas de noche, y un largo etcétera. solo hay que ponerle un poquito de creatividad y mucha imaginación para conseguir verdaderas maravillas. 
  • Arte: la creación de obras de arte realizadas a partir de otros tipos de residuos, como la chatarra, el cristal, el plástico, neumáticos… es una de las aplicaciones más fructíferas de esta disciplina. 
  • Industria: el sector industrial es otro espacio donde se están incorporando de forma paulatina diferentes ejemplos de upcycling, incluyendo la toma de conciencia sobre la necesidad de optimizar la gestión de los recursos y el consumo energético. 

Y tú, ¿practicas algún tipo de upcycling?